LA SALSA DE NADAL, EL POSTRE NAVIDEÑO MÁS TRADICIONAL DE IBIZA
LA SALSA DE NADAL DE IBIZA
TODO UN RITUAL DE TRADICIÓN GASTRONÓMICA
EL SECRETO ESTÁ EN EL AZAFRÁN
Como cada Navidad, la salsa de Nadal (salsa de navidad) se convierte en la protagonista indiscutible de las cocinas de Ibiza y Formentera que todavía conservan la tradición de elaborar este sabroso postre de almendra.
El origen de este postre es tan antiguo como desconocido, por lo que nadie se atreve a fijar una fecha concreta. Si bien, se cree que es de origen árabe y rural. Antaño, servía de reconstituyente natural para los ibicencos, acostumbrados a trabajos duros de sol a sol como el campo. Actualmente representa todo un símbolo de la Navidad Pitiüsa.
Hay quien considera que la salsa de Nadal, es una versión líquida del turrón. Una analogía debida a que la base de este postre es la almendra ibicenca.
IBIZA PARAÍSO GASTRONÓMICO
Era costumbre prepararla antes de la noche de Navidad, ya que se trata de un proceso algo laborioso y largo, por lo que convenía dejar preparada alguna de las partes o ingredientes, con antelación. Sus ingredientes básicamente eran: caldo de carne, almendras, huevos, azúcar, miel, sal, pimienta, clavo, totespècia, canela y azafrán. Como ocurre con la mayoría de las recetas tradicionales, a través de los años, ha derivado en un sinfín de versiones, que, en ocasiones, han supuesto cierta polémica entre los defensores de la versión más tradicional (que contiene sobrassada, botifarró o tocino magro en el caldo) y quienes apuestan por variantes más ligeras (que sustituyen el caldo de carne por agua) Lo cierto es que a pesar, de la tendencia actual de aligerar la receta, sus variopintos ingredientes continúan generando sorpresa entre quienes desean degustarla por primera vez.
La salsa de Nadal, se consume durante los días de Navidad, como postre o aperitivo, y puede tomarse sola o acompañada del famoso “bescuit” o “cóc pagès”, un bizcocho típico de estas fechas en Ibiza. La salsa de Nadal debe servirse muy caliente, ya que servía para hacernos entrar en calor. Su elevado aporte calórico, hace que, si se desea, pueda sustituir a la cena.
Su elaboración tradicional según nos propone Joan Castelló Guasch, en su libro de recetas “Bon Profit! El llibre de la cuina eivissenca”, es la siguiente:
Pelar primero las almendras, tostarlas y picarlas para mezclarlas después con los huevos necesarios para formar una pasta bien ligada. Aparte se prepara un caldo —de cabrito, de cerdo, de vaca, de gallina o de pollo— al que se añade sal, azafrán y una pizca de pimienta. Se cuela en una olla de barro y se mezcla con la pasta de almendras. A continuación se añade azúcar, canela y especias al gusto. Hay que remover con una cuchara de madera continuamente en la misma dirección durante una hora, aproximadamente. El resultado es una salsa líquida, más o menos espesa, y con un sabor parecido al turrón de Jijona.
La salsa de Nadal, une a las familias en Navidad, y es de admirar la capacidad de la sociedad ibicenca por conservar sus tradiciones gastronómicas, logrando que este postre de origen rural perviva en la actualidad.
Así que si pasas las fiestas de Navidad en Ibiza, no te olvides de probar este postre ibicenco tan auténtico y tradicional.
Bon profit! (¡ Buen provecho!)
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