La leyenda del olivo de Migjorn Ibiza
El olivo ha sido considerado hasta nuestros días como una especie única y excepcional de árboles que, a su vez, ha ido ocupando en la historia de la humanidad un lugar relevante. Del olivo todo se aprovecha; sus frutos, su tronco e incluso hasta su seductora y cautivadora sombra. Este hecho le confiere un misticismo que acaricia lo mágico y fascinante, y que ha inspirado mil y una fábulas e historias como la que ahora os cuento…..
Érase una vez, en la zona de Playa de’n Bossa de Ibiza, un Olivo milenario que se alzaba fuerte y erguido, majestuoso y a la vez solitario. Eran tiempos en los que Ibiza era una isla virgen y anónima, de una belleza sinuosa. Llegaron los hippies, los primeros turistas y… en fin.. llegó la civilización, pero la isla mantenía su magia y seducción.
El Olivo solitario vio como a su alrededor florecían de la nada edificios que lo acechaban de forma insidiosa e inquietante. Tres hermanos ibicencos, decidieron protegerlo y construyeron una fortaleza a su alrededor, la llamaron Migjorn Ibiza. Un buen día el hermano mayor enfermó gravemente de forma repentina. Sus hermanas, que conocían las propiedades mágicas y curativas del Olivo, una noche de luna llena se acercaron a este y se arrodillaron para rezar por su hermano cuando el fruto del árbol cayó sobre sus manos. Cuenta la leyenda que, entonces, del fruto del Olivo, las hermanas fabricaron un filtro que dieron de beber al enfermo, y que el Olivo de Ibiza agradecido por su inestimable protección les proporcionó vida y salud eternos.
Desde entonces todo aquel que visita Migjorn Ibiza siente la imperiosa necesidad de acariciar este mágico árbol, y probar el néctar reparador de su fruto que trasmite una energía maravillosa y vital que nace del amor místico y sincero.